Relato Ficticio de Ballbusting Hetero. Una bloguera se defiende de un perturbado poniendo en practica su lema "Una buena patada en los huevos"
Sandra, es una
chica capaz, gracias a su sincera e insobornable personalidad, de suscitar un
intenso debate con cualquier tema que propone desde su blog. Realmente, en un
mundo donde cualquiera dispone de la facilidad de publicar en la red, conseguir
destacar y hacerse un nombre con un blog personal entre miles de competidores, es
un hecho que posee mucho merito.
Un tema con el que
Sandra triunfó fue “Una buena patada en los huevos”, convirtiéndose en una de
las entradas más leídas en español sobre el tema; Sandra narra con autenticidad
y gracia una hipotética situación en la que ella tuviera que defenderse de un
maltratador. Según, Sandra, al ser mujer y menos fuerte físicamente que su
oponente masculino, ella recurriría a golpearlo en los testículos, sin
remordimiento moral alguno. Citando sus palabras textuales; “con el codo, con
el pie o con el puño tomas muy buena ventaja...” y con un final sin
complejos, apartándose de lo correctamente político, la chica remata; “con toda mi alma le meto una buena patada en
los huevos... su grito de dolor es como música rock para mis oídos... oh yeah”.
Las reacciones a su escrito fueron diversas, la totalidad de las mujeres la
apoyaron, la mayoría de los hombres también (e incluso dentro de este segmento
cierto lector se enamoró platónicamente de ella), pero algunos machistas se
mostraron en contra, sintiéndose molestos y albergando cierta rabia contra su
irredenta autora.
Una noche, aprovechando
que Sandra salió a pasear con su perrito, uno de aquellos tipos machistas y
violentos que no debía de estar muy bien de la cabeza, la siguió hasta un
callejón y cobardemente, tras empujarla contra el suelo, la retó a pelear con él,
de una manera tan infantil y absurda que daba autentico pánico. Con razón, Sandra
pensó, que el tipo era un desequilibrado, quizás un psicópata, pero además
resultó un verdadero machista, porque la insultó por su condición de mujer, por
escribir”esas porquerías” que fomentaban la defensa ante el ataque de un hombre
y hacían peligrar la supremacía masculina.
Pero Sandra, que
se declaraba pacifista, no quiso luchar y le dijo que era estupido y cobarde
retar a una mujer con mucho menos peso, altura y fuerza física. Le advirtió que
si no se iba, llamaría a la policía, pero él le quitó el móvil y lo tiró por la
alcantarilla.
Aún así, Sandra, trató de razonar con él, le dijo que ella
no sabía karate ni practicaba lucha, que sólo atendía a defenderse, prefiriendo
arreglar los problemas con palabras.
El agresor no transigió y lanzó varios puñetazos sobre el
rostro y el estomago de Sandra, dejándola adolorida sobre el suelo. La chica
pensó que quizás él, al verla a ella derrotada, se terminaría por ir.
El asaltante,
satisfecho, no volvió a pegar a Sandra, pero en vez de irse la tomó contra el
pobre y asustado perrillo, propinándole una patada en el vientre. Sandra al
contemplar la escena, no pudo aguantar más y sintiendo gran rabia interior se
levantó, mientras el tipo continuaba molestando al animal. Entonces, sin pensárselo,
la guapa morena, aprovechando que el abusón estaba de espaldas y que al pisar
al perro dejaba un hueco entre sus piernas, lanzó con todas sus fuerzas una tremenda
patada a los testículos del hombre, quien ni siquiera gritó, solo profirió un tímido
suspiro como si hubiera quedado sin voz. La fuerza de la patada fue tal, que
Sandra atascó su empeine contra los testículos del hombre, pero quedando la
parte superior de sus dedos y el tacón fuera de la entrepierna, creando una
especie de palanca por la parte delantera de su agresor, tocando con la punta
del zapato la barriga de este.
El hombre bajó la mirada y contempló la suela del zapato de tacón
de Sandra entre sus piernas, ella, que continuaba tras la espalda del villano,
movió un poco el pie y lo apretó hacia arriba empujando más si cabe las gónadas
del agresor contra su propia pelvis. Finalmente, la chica desatascó su zapato y
al momento, el hombre se arrodilló casi llorando con las manos en su entrepierna.
Sandra se colocó
delante de él, cara a cara y le dijo “y ahora qué, ¿esto es lo que querías
comprobar, anormal? Tú lo has querido.
Aprovechando que
el hombre estaba agachado, la preciosa y femenina Sandra, le asestó un fuerte
rodillazo en el rostro, provocándole un tremendo dolor y haciendo que su nariz
sangrase. El hombre cayó al suelo fulminado, derrotado ante la mujer de cabello
oscuro y ojos grandes, maravillosamente locuelos. Sandra, sin embargo, no quiso
cebarse y dejó al desequilibrado jadeando de bruces sobre el piso.
Entonces, la chica
fue a comprobar el estado de su perrito, al ver que estaba más o menos bien pero
asustado, trató de marcharse con él, pero el hombre, le agarró del tobillo y la
tiró al suelo con violencia. El agresor se levantó y empezó a pegar puñetazos a
Sandra, quien ahora se hallaba tirada en el suelo, indefensa.
El perrito, para defender a su dueña, mordió al delincuente
en el tobillo, quien empujo al animal fuera de la escena levantando su pierna
adolorida, pero el agresor al dejar su punto débil, su zona viril pero sensible,
al alcance de Sandra, cometió un gravísimo error; ella, convertida en una fiera
protectora, desde el suelo, con su mano agarró con fuerza las gónadas de él,
apretando como si la vida le fuera en ello. El hombre gritaba como un loco, y
Sandra en vez de aflojar, decidió retorcer sus testículos en círculo. El
agresor se echó a llorar, nada podía hacer, se encontraba atrapado (pensaba,
qué hago, qué hago, “estoy agarrado por los huevos” rememorando el refrán
popular) y sólo consiguió pronunciar entre patéticos lamentos que se rendía,
pero Sandra ya estaba harta, no confiaba en él y le dijo que iba a pagar por su
maldad y osadía;
-Prepárate,
porque voy a demostrarte lo débil que eres sólo por ser hombre, si, imbecil, precisamente
la razón por la que crees ser superior a mí, va a ser la causa de tu perdición,
la clave de tu derrota; tus joyas más preciadas –dijo Sandra con sus grandes
ojos en llamas. Y con todas sus fuerzas dio un tirón a sus testículos hacia
abajo, de manera seca, rápida y brutal;
-UUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAH!!!!!!!
–gritó salvajemente el pobre diablo.
Lo único que llegó a percibir en su estado de shock fue como
la bella Sandra apretaba sus dientes con furia, demostrando que ella no iba a
dejar que pegasen a su perrito.
El hombre cayó
semi inconsciente al suelo. Sandra se puso de pie y levantando su rodilla, alzó
la suela de su zapato sobre los ojos de su adversario y le dijo;
-¿Te acuerdas que
para patear a gentuza como tú me calzo mis zapatos de tacón y disfruto pateando
sus bolas si se lo merecen? Pues aquí tienes mi pie, lame las suelas cerdo
machista o te rompo la traquea –amenazó Sandra en posición de victoria.
El agresor, que continuaba con las manos
agarrando sus testículos y muriéndose de dolor, no tenía fuerzas ya para nada y
prefirió la humillación de lamer la suela del zapato de Sandra con toda la
suciedad de las calles, que intentar un nuevo, patético e infructuoso intento
de defensa. El perdedor sintió una humillación terrible ante la guapísima
morena, convertida ya en una improvisada y mortal amazona. El hombre sintió
como su nariz y su boca eran presionados con fuerza por el pie de ella, como se
iba quedando sin más respiración que la sucia goma de los zapatos de tacón de
la mujer, comprendiendo sin más remedio que debía apartar sus manos de sus
doloridos testículos y alzarlas para intentar apartar el pie de Sandra de su magullada
nariz y boca. Más o menos, lo consiguió, logró tomar aire por unos momentos, pero
fue un grave error porque el pobre inútil volvió a dejar indefenso su punto débil.
Sandra, que con su suela del zapato impedía la visión del hombre, aprovechó la
ventaja y, apoyada sobre sus rodillas flexionadas, decidió dirigir sus
femeninas manos a la entrepierna de este. Sin dudar, agarró los testículos del
hombre, apretando con todas sus fuerzas, retorciendo y tirando hacia arriba con
la ferocidad de una tigresa. Él, totalmente, desesperado, gritaba con voz muy
aguda;
-Noooooo bastaaaaa
bastaaaaa ya buuuuua buuuuua por favor iiiiiiiiiiiiia, me vas a capaaaaaaaar.
-Qué pasa ahora…
gritas con voz de mujer eh cerdo machista te voy a arrancar los huevos con mis
propias manos.
-No por favor no
por favor, buaaa, buuua.
El tipo ya convertido
en un saco de escombros se orinó encima evidenciando un grotesco círculo en sus
pantalones. Sandra se dio cuenta y lo soltó, no sin antes meterle una patada en
la cara que le hizo retumbar los dientes. Él se llevó de nuevo las manos al
rostro. Entonces la chica se apartó unos metros, tomó carrerilla y le dijo al
tipo;
-Y ahora mi
despedida que ya conoces por mi escrito, la que tanto te jodió, lo que sólo una
mujer se puede permitir en una pelea.
Y como un futbolista
antes de tirar un penalti, Sandra corrió y profirió su grito de guerra, un fuerte
y salvaje; “¡yeah!” propinando la
patada más fuerte que jamás había dado en toda su vida. Al instante, se escuchó
un sonido similar a cuando se rompe la cáscara de un huevo. Sandra se percató
del sonido y miró hacia la zona genital de su adversario, la bella mujer pudo
advertir como uno de los testículos del hombre terminó incrustado muy arriba de
la ingle en la parte del abdomen, seguramente, estrangulado, mientas el otro
permanecía en su sitio pero con el tamaño de un tomate. Sin remedió, el
asaltante se desmayó. La chica se atusó el cabello, tomó en brazos a su perrito
y se fue a su casa andando con feminidad.
Sandra se quitó sus zapatos para poner sus
pies en alto, antes observó que sus preciosos pies estaban enrojecidos por la
parte del empeine, pero también por su sensual planta, ella misma se hizo un
masaje en los pies. Cualquier pintor de talento hubiera encontrado motivo
pictórico en tan bella y enardecedora escena. Luego puso sus lindos pies en
alto y mientras se relajaba y flexionaba sus dedos, pensó;
-Sólo me he
defendido y lo he hecho como había escrito, finalmente, SANDRA SI LO HACE; YEEEEAAAAAH!!!!!
La defensa de Sandra
watermoon1978@gmail.com
Buen día. Nosé que habrá pasado. Muy esporádicamente escribo. Te mando un links sobre una historia que me parede interesante en la cuál también participo.
ResponderEliminarhttps://www.wattpad.com/216925777-parte-1-bienvenidas-al-gym
Hola Sofia, he leído el relato y me encantó, es muy sexy, con hallazgos muy buenos, escenas como la del rodillazo al aire, o cuando se da la primera patada y se ve la punta de la zapatilla blanca.
ResponderEliminarEstá inacabado, os voy a escribir en wattpad algunas ideas por si os gustan para continuarlo.